V Encuentro en Barrio Concha y Toro

Por Luri Abe

El V Encuentro Urban Sketchers Chile ocurrió bajo algo de suspenso. A lo menos para mí,  quien después de meses de puro voyerismo, me integré hace pocas salidas. Todas la salidas habían sido hermosas, pero un encuentro, ¿cuándo?

La buena noticia llegó a principio de noviembre: se venía “El V encuentro”. ¡Que emoción!

¿Pero qué significa? ¿Dónde será? ¿Cuál es la diferencia con las salidas mensuales?

Pronto el local y horario fueron revelados: Plaza de la Libertad de la Prensa en el Barrio Concha y Toro – “El lugar que nos vio nacer” – desde las 10 hasta las 17 h.

¡Todo el día!
Ricardo Martínez 
Gutavo López

Hortensian Gamboa

En el mismo encuentro supe que la primera vez que se reunió Urban Sketchers Chile fue una gran convocatoria a la cual llegaron más de 60 dibujantes a esa misma plaza.

Algunos días después, fue publicado el programa. Tendríamos videos, demos y almuerzo… así que a sacarle punta a los lápices, llenar las plumas fuente, y decidir qué croquera - o croqueras – llevar.

El Barrio Concha y Toro es un barrio típico, construido en los finales del siglo IXX para acomodar a familias enriquecidas con el auge minero. Tiene calles cortas y casas con fachadas continuas, ya que la dueña de la entonces finca quería reproducir un barrio europeo al cual había visitado. ¡Sin duda habría mucho que dibujar!

Sebastián Galvez 



El gran día llegó después de una larga cuenta regresiva. El staff estaba en la plaza temprano, como siempre, armando un toldo, sillas, parlantes. Ya habían llegado varios asiduos y algunas caras nuevas, por lo menos para mí. Pasamos al Concha Y Toro 42, un centro cultural donde hay terapias, clases de arte, exposiciones, tienda y un café.

En la sala de proyecciones vimos un video de Koosje Koene, uno de Felix Scheinberger y uno de Marco Bucci. Todos llenos de informaciones que podríamos aplicar a nuestros bocetos. Trazos rápidos, colores sueltos, etc.

De ahí pasamos a la demo de Andrés Achavar y Keli. Andrés hace clases de acuarela en el Concha y Toro 42 y Keli es un artista viñamarino autodidacta que ha pintado sus acuarelas en muchas partes. Cada uno tiene su estilo bien definido y distinto al otro. ¿Qué resultaría?

Empezaron con un esbozo a lápiz, sim mucho detalle en una gran hoja de papel de 600 gramos. Procedieron a la primera lavada, un artista más a la derecha, otro a la izquierda. Con las camadas subsiguientes, los detalles fueron apareciendo. Algo bonito tomaba forma delante de nuestros ojos perplejos. De a poco uno iba interviniendo la “mitad” del otro. Hubo una lavada que me asustó, pareció haber arruinado la obra. Pero no. Algunas pinceladas para definir mejor las luces, un toque acá otro allá y, después de 45 minutos, una vista hermosa del barrio estaba lista.

No me acuerdo si hicieron cachipun o si acordaron custodia compartida de la obra.



Después, Ricardo Martínez Ruiz, parte de la organización  Urban Sketchers – activo desde el primer encuentro – habló de figura humana. Su propuesta era dibujarla a partir de su contorno en vez de tratar de armarla bloque por bloque, lo que puede ser complicado para ciertas posturas. Ricardo hizo varias demonstraciones y sugirió papeles y lápices. Matthieu lo boceteó mientras hablaba. Tanto me gustó su propuesta que la apliqué inmediatamente. Quedé satisfecha con el resultado y la voy a aplicar de ahora en adelante.

A esa altura hacia harto calor y teníamos harta información para procesar. Así que el receso para almuerzo fue muy bienvenido. Habíamos reservado de antemano un menú en el Café del Concha y Toro 42. Calzone, empanadas y quiches; jugos, bebidas y tartas. Unos comieron en el segundo piso, otros afuera, ya estudiando la vista que pronto trataríamos de captar. Otros, por supuesto, ¡seguían croqueando!!!!

Ahora tendríamos un par de horas para dibujar libremente. Igual nos sugirieron tratar de capturar puertas y ventanas. Bien por mí, poruqe los detalles se me hacen menos abrumadores que una gran escena.
Daniela Monterrosa 

Mirna Colmenares 

Mientras dibujábamos la plaza iba ganando vida. Con el caer de la tarde llegaba la gente que huye del calor del medio día  y se había instalado una feria de accesorios para mascotas y un grupo de hombres y mujeres, bastidor en mano, bordaba en una mesa. El ambiente no podía ser más propicio al dibujo urbano. La gente se acercaba, algunos miraban, otros hacían preguntas y observaciones. 

Javier Palacios
Foto Javier Palacios 
Javier Palacios 
La expo quedó grande y muy hermosa, con muchos dibujos colgados de un cordón amarrado a los árboles. Los que prefirieron usar su croquera regalona pudieron exhibirlas en las bancas. Creo que fue la hora de más interacción con la comunidad. Eran familias, parejas, grupos, muchos niños mirando cuidadosamente las líneas precisas, las sueltas, dibujos coloridos, con pocos colores, monocromáticos; a lápices de colores, tinta, acuarela, gafito, carboncillo, grandes, pequeños, minúsculos …
Javier Palacios 

Para terminar nos refrescamos con un rico espumante. Tuvimos nuestra foto sacada por un drone. Y los regalos … Fueron sorteadas croqueras, bloques, carboncillo, lápices y no sé qué más. Creo que a casi todos le tocó algo, ya que hasta yo – quien nunca he ganado una rifa – traje a la casa un bello set de lápices Derwent.



Foto Javier Palacios


Mi impresión era que nadie tenía ganas de irse. Estoy segura que el grupo quedó más unido y con más ganas de dibujar el mundo. A los que no pudieron ir, lo siento. Traten de no perderse el próximo.


A los que todavía están pensando en unirse al Urban Sketchers Chile, ¡ya no esperen! ¡Vengan no más!

Foto Javier Palacios



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