Monasterio Los Benedictinos / Salida Febrero 2017

Por Daniela Monterrosa M.


Hace tiempo que tenía ganas de ir a dibujar este lugar. Lo había comentado por ahí, era difícil de llegar pero finalmente nos organizamos y fue nuestro destino en el mes de Febrero.

Dibujo de Daniela Monterrosa

En los años 30 la Comunidad Benedictina de Las Condes, con el apoyo de la Abadía de Beuren en Alemania, logran instalarse en la cima del Cerro Los Piques, en lo alto de Las Condes, luego de haber hecho un concurso público de arquitectura. Finalmente se construyó el proyecto de Gabriel Guarda y Martín Correa.


Dibujo de Erika Brandner

Este edificio es un "Clásico Arquitectónico" de nuestra historia. Esta obra se construyó en pleno apogeo del Movimiento Moderno a nivel mundial. Es una obra de vanguardia en nuestro país, cuyos principios aún priman en la arquitectura de hoy. La revolución moderna más purista se enmarcó en el primer cuarto del siglo XX, cuando en Europa aparecían movimientos como La Bauhaus acompañado de nombres como Walter Gropius, Le Corbusier, Mies Van der Rohe, Alvar Alto, entre muchos otros, y en Norte América Louis Sullivan y Frank Lloyd Wright. 

En este contexto, se construye esta iglesia. Los principios del movimiento están muy conectados a la pureza del material; Hormigón armado, acero laminado y vidrio plano. Pero como cada obra tiene su paradigma propio, esta obra monástica buscaba en esencia la conexión divina mediante la luz. El gran ventanal se reduce a la mutilación de las aristas de los cubos que priman la forma, y en esa intersección es donde nace un increíble juego de luces con entradas focalizadas a formas espacios interiores de lujo. Y como no... si uno de sus arquitectos, Gabriel Guarda, pertenece a esta comunidad, por ende quién mejor que él puede entender lo que el cliente quería. De hecho, cuando con los Urban Sketchers entramos a dibujar la misa, Gabriel Guarda, un caballero de avanzada edad, era parte de ella y del Monasterio. En ese momento se cierra el ciclo de comprensión cuando tratas de conocer que hay detrás de una obra arquitectónica, es un momento mágico casi eclesiástico haberlo visto.

Dibujo de Erika Brandner

Dibujo de Nicolás Timmerman


Y a esto me refiero, cuando explicamos como comunidad de dibujantes lo que nos diferencia de un dibujo de estudio. Quizás puede quedar mejor acabado, menos errores de construcción y a lo mejor con muchos más detalles, pero carece de la experiencia que significa conocer este lugar y todos los pormenores de haber estado allí al momento del dibujo. 


Esquema en planta e isométricas del aspecto formal del edificio. Fuente: Plataforma Arquitectura.

No es un edificio ambicioso en el aspecto formal. Su magia esta determinada por dos cubos de hormigón terminación blanca, que se intersectan entre ellos y determinan el programa interior; en un cubo el acceso y las bancas de madera que recibe a sus feligreses, en la intersección está el altar con su Cristo, y el otro cubo recibe a los monjes con las entradas a la áreas privadas del Monasterio. Los recorridos son distintos al de una iglesia, pues esta es una Capilla de Monasterio, y cuando los monjes hacen sus rezos y misas diarios entran y salen por una escalera curva que viene desde abajo por la entrada principal. Entran, realizan la misa y se van por el mismo lugar de manera ritual directo al claustro. 


Dibujo de Gustavo López

Soy una persona católica de formación y creyente de corazón, y nunca me había intrigado tanto una misa como esta. Estar dentro y sentir la paz que no solo te otorga la religión, si no el espectáculo de luces, naturales por cierto, es toda una aventura eclesiástica.






Gracias a todos los participantes de esta salida, eternamente agradecidas de su esfuerzo y colaboración con Urban Sketchers Chile.

Todos los dibujos y fotos están en la carpeta de la salida en nuestro Facebook.







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