Arc de Triomf, Barcelona

Por Francisca Cárcamo

Luego de dos meses de confinamiento, con mi compi Edgar, también ilustrador, quisimos recordar cómo se sentía la libertad. Nos fuimos caminando bajando por el Passeig Sant Joan, mientras nos acompañaban multitudes con tenidas deportivas recién compradas. Llegamos al Arc de Triomf, ese de albañilería tan distinto a los otros que había visto en Francia e Italia, el mismo que me había dado muchos momentos de encuentro con amigos y un amor que nunca fue. 



Nos sentamos y me puse a dibujar directo en tinta sobre la libreta nueva que dejaría en exclusiva para esta ingrata Catalunya. No la cagué, puse una par de capas de acuarela. Mientras esperaba que secara, mi compi ya había terminado de dibujar un detalle, me miraba celoso y me daba esa risa que me salvó del infierno, por una nueva vez, como una fraternidad que nació entre colores y lápices.


Francisca Cárcamo Rojas  @panchulei

Artista de historietas - Ilustradora

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