VIAJE DE TRABAJO A MONTEVIDEO, O SOBRE CÓMO CROQUEAR CUANDO CASI NO HAY TIEMPO.

por Gustavo López

Mi trabajo en una multinacional a veces me da la oportunidad de conocer otros lares. En esta ocasión un proyecto puntual me permitió viajar por algunos días a un destino que no tenía previsto, la ciudad de Montevideo, capital de la República Oriental del Uruguay.

Mi viaje tuvo un propósito muy acotado, y como suele ocurrir en viajes de negocios o proyectos, el día se pasa del hotel al lugar de trabajo, las reuniones, charlas, y de vuelta al hotel. El tiempo para conocer el lugar suele ser mínimo, casi un suspiro entre reuniones. Entonces aquí es cuando croquear se convierte en un verdadero desafío. ¿En qué momento salgo a dibujar?

 

Nota: La mini croquera Moleskine de bolsillo fue mi fiel compañera en este viaje. Todos los trabajos fueron hechos con ella.

Estando en Montevideo, sólo el cuarto día tuve una ventana de tiempo, gracias a que el clima no me permitió volver a Chile. Entonces esa tarde fue libre y tuve al fin un espacio más largo de tiempo. Sin más preámbulo, salí a la calle croquera y lápices en mano y me puse a explorar el entorno. Mis pasos llegaron a la plaza Rodó, lugar que da nombre a un sector llamado Parque Rodó, un barrio más bien “cheto” en jerga uruguaya, que es el equivalente a “cuico” en chilensis. Llegando al parque me llamó la atención una estatua, esta vez de un campesino antiguo o labrador. 

Este es el resultado:



La estatua lamentablemente no tiene ninguna identificación, placa ni nada que indique qué representa. Quedará como “el labrador” para este post.

Sigo mi caminata hacia el parque y me encuentro con una bonita vista del mismo, donde lo primero que me llama la atención es un mini castillo.

Acá un detalle de dicha estructura, llamada “La Torre del Castillo”donde funciona la Biblioteca Infantil "María Stagnero de Munar". La torreta se encuentra bordeando el lago artificial que es parte de este parque, construido a fines del siglo XIX.

Seguí andando por el sector y al cruzar la calle me encuentro con una pequeña glorieta que se veía muy interesante con el cielo del atardecer. Siguiente dibujo.



Para este sketch elegí el formato de la croquera abierta, que es mi opción favorita para este mini pad de dibujo tan versátil. El Parque Rodó se encuentra en una zona bien privilegiada de la ciudad y es un área muy visitada no sólo por el buen aire que tiene sino porque suele ser punto de encuentro para diversas actividades culturales.

 


Continué la caminata ya de regreso al hotel con la idea de hacer un croquis más. Sin esperarlo llego a un cruce y me encuentro con una hermosa vista de la Universidad de la República (UDELAR), en particular la facultad de Arquitectura. El ángulo en que estaba el edificio en relación a la calle me pareció muy interesante. Esta universidad fue fundada en 1849, es del Estado (esto me parece notable), gratuita, laica y es la más grande del país. Si bien existe la gratuidad una vez titulado debes pagar una especie impuesto de por vida al comenzar a trabajar, y es una vez al año. En caso de no tener trabajo la persona se exime de pagar hasta reiniciar sus actividades. Según lo que escuché, el impuesto es bastante razonable y ampliamente aceptado.

 


Finalmente comparto algunas imágenes con la mini croquera para que vean la escala de los dibujos. No hay excusas para salir a croquear, el tamaño mini siempre es una opción viable.

 


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