Paseo por el Viejo Continente

Guest Post de Gustavo López

Luego de una larga espera este año Nadia y yo iniciamos un ansiado viaje por el viejo continente. Fue un recorrido amplio y singular, comenzando por Londres y terminando en Roma. Mientras los prototípicos turistas con sus selfie sticks se sacaban fotos con el monumento de turno detrás, yo me las arreglaba para hallar el mejor sitio donde sentarme y hacer algunos bocetos de lugares que llamaron mi atención.

El periplo comenzó con Londres. Una ciudad espectacular, intensa, cosmopolita, cool, mucho que ver y hasta ahora lo que más me ha gustado. Una de las primeras paradas turísticas fue la Torre de Londres y el Castillo homónimo, lugar que fue durante siglos el palacio de la realeza antes que lo fuera Buckingham, y además famoso por las múltiples ejecuciones que allí se efectuaron. Acá se guardan las joyas de la corona.

Dibujo de Gustavo López
Luego de algunos días en esta agitada urbe nos movimos a un lugar más conocido por los Beatles que por sí mismo, Liverpool. Superó por lejos nuestras expectativas, una hermosa y algo fría ciudad donde se habla con un acento que ellos llaman Scouse y que deja claro en su sonido la influencia de marinos escandinavos que fueron llegando en el pasado. En la bahía había una explanada con un parque y edificios antiguos donde llamó mi atención uno grupo de estructuras llamada "The three graces". Acá un detalle:

 
Dibujo de Gustavo López
El propósito de la visita a Liverpool fue conocer la historia de los Beatles en el Magical Mistery Tour, el cual muestra los lugares donde los fab four dieron sus primeros pasos. Al día siguiente tomamos un pequeño avión con rumbo a la tierra de los rebeldes, Irlanda del Sur o República de Irlanda. Llegamos en una fecha muy cercana a la conmemoración de los 100 años de su independencia, y Dublín estaba tapizado de la bandera naranja blanca y verde. En el sketch se aprecia una vista de la calle O'Connell.

Dibujo de Gustavo López

En Dublín la gente es mucho más relajada, conversadora y bromista de lo que suelen ser los europeos del norte. Diversa y multicultural, musical, ruidosa, fácil de recorrer y con una de las economías de más rápido crecimiento, ostentando un 26% el 2015.

Maletas y nosotros embarcamos rumbo a la ciudad Luz, la ciudad del amor, de Moulan Rouge, la Mona Lisa. París, bella ciudad, aunque hecha un caos por la realización de la Eurocopa. Una de los lugares más sublimes de esta urbe fue el interior de la catedral de Notre Dame.

 
Dibujo de Gustavo López
La ciudad cuenta con incontables vistas sublimes, amplias explanadas y un estilo arquitectónico muy singular que notoriamente trató de ser replicado en Santiago y Buenos Aires hacia fines del siglo XIX. Una de las vistas más bonitas a las que tuvimos acceso fue el sector llamado "La Isla de la Ciudad", cercano al Louvre y Notre Dame. En este lugar el Sena se abre en dos ramas dejando en su interior una pseudo isla alargada de algunas cuadras.

 
Dibujo de Gustavo López
Desde la tierra de Ásterix nos trasladamos a la cuna del viejo imperio Romano, saltando desde la capital directo a la ciudad del agua, Venecia. Dicen que hay que visitarla antes que se hunda, y puedo dar fe de ello. En varios sectores los primeros y segundos pisos de las casas están deshabitados, o mejor digo, habitados por el agua. En un momento de descanso luego de un día de caminar sin parar me senté a un costado del "Gran Canal" y capturé esta escena en formato apaisado extendido.

 
Dibujo de Gustavo López
Para quienes viajen a Venecia recomiendo embarcarse en alguno de los tours a las islas de Murano, Burano y Torcello, donde al parecer el tiempo se detuvo hace algunas décadas. Murano es famosa mundialmente por su compleja artesanía en vidrios y cristales de color.

Posterior al paso por Venecia visitamos Florencia, una ciudad maravillosa en su arquitectura y vistas. Finalmente la peregrinación concluyó en Roma, capital llena de historia, edificios y monumentos de gran valor histórico aunque en ciertas áreas un tanto descuidada en relación a las otras ciudades. Sin duda de todo el recorrido por la capital del viejo imperio los más conmovedor fue la visita al Coliseo y Palatino, que en palabras simples son las ruinas de la ciudad antigua del imperio. Pueden verse los restos de casa de los césares, templos, caminos, baños e incontables reliquias de esta poderosa civilización. En una tarde de 35° a la sombra encontramos este rincón desde donde podían apreciarse unas imponentes columnas. Decidí sacar ventaja de la ocasión y bosquejar estas columnas con un estilo de lápiz bien relajado.

 
Dibujo de Gustavo López

Estamos contando los días (y las chauchas) para ponerle fecha a un próximo viaje. Sobran los destinos, faltan vidas para recorrer todo lo que nos gustaría. Viajar no es un gasto, es una inversión para toda la vida. Conocer un lugar nuevo dentro o fuera de tu país dejará un recuerdo que el tiempo no borra, si no que al contrario, amplifica.

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