Museo Violeta Parra
Por Rosario Muñoz
El 4 de octubre se inauguró en Santiago el Museo Violeta Parra. Violeta Parra (1917-1967) es una famosísima y casi mítica folclorista recopiladora de las tradiciones campesinas de Chile, especialmente de la zona central del país. Pero más que nada, ella fue una gran artista, que exploró y desarrolló mucha áreas del arte, como la música, especialmente la cueca, la poesía y las artes plásticas; llevadas a un alto nivel de experimentación, ya que las desarrolló con técnicas tan distintas como el papel maché, los tapices bordados y el óleo sobre madera.
A un mes de su inauguración, el Museo Violeta Parra había tenido más de 22 mil visitas. Es un museo más bien pequeño. Al llegar a su parte exterior nos encontramos con filas y filas de banderines con pájaros, de todos colores. No es de extrañar, ya que en casi toda las pinturas y bordados de Violeta Parra aparece la figura de uno o varios pájaros.
Todo un lado completo del museo es un ventanal que está cubierto con un trenzado de mimbre, lo que deja pasar la luz de una manera muy cálida por las 150 ventanas de 1,20 por 3 m de alto. Para llegar a la primera parte del museo hay que pasar por este ventanal, que constituye una acogedora bienvenida. Hay una sala audiovisual donde se proyectan todas sus obras y el audio es una extensa entrevista a una de sus hijas, relatando la historia detrás de cada obra, intercalado con un documental que le hicieron en Francia. Después siguen dos salas más, con todas sus obras, como sus enormes tapices bordados con lana en arpilleras.
El conjunto de la producción artística de Violeta Parra reune los distintos mundos de Chile de la primera mitad del siglo XX, como el campesino, el urbano, el indígena y el obrero, realizando prácticas artísticas independientes de las artes oficiales y muchas veces la denuncia es su tema principal. También toca temas como las contradicciones del mundo moderno, los acontecimientos políticos las revueltas sociales, los mitos indígenas, las celebraciones y las fiestas populares.
Una de las principales singularidades de la creación de Violeta Parra, como ocurre con los grandes artistas, es que no pasó por la academia. Es por esto que su arte goza de completa libertad, utilizando trazos, formas y combinaciones de colores que se caracterizan por su originalidad y simpleza. Por ejemplo, ella estuvo enferma muchos meses, durante los cuales encontró un pedazo de tela y un poco de lana en su habitación y decidió comenzar a bordar; pero ella no sabía bordar ni dibujar, así que simplemente improvisó. La explicación que dio cuando le preguntan en una entrevista fue que "Todo el mudo puede inventar, no es una especialidad mía". Esa capacidad de "inventar" genera una obra libre, y con mucha espontaneidad. Esto la llevó a ser la primera latinoamericana en exponer individualmente en el museo del Louvre, en 1964.
Me gustaría uqe este museo no solo sea el lugar para mostrar la obra de Violeta Parra, sino un centro para inspirar y producir más arte popular, colorido y asimétrico.
El 4 de octubre se inauguró en Santiago el Museo Violeta Parra. Violeta Parra (1917-1967) es una famosísima y casi mítica folclorista recopiladora de las tradiciones campesinas de Chile, especialmente de la zona central del país. Pero más que nada, ella fue una gran artista, que exploró y desarrolló mucha áreas del arte, como la música, especialmente la cueca, la poesía y las artes plásticas; llevadas a un alto nivel de experimentación, ya que las desarrolló con técnicas tan distintas como el papel maché, los tapices bordados y el óleo sobre madera.
A un mes de su inauguración, el Museo Violeta Parra había tenido más de 22 mil visitas. Es un museo más bien pequeño. Al llegar a su parte exterior nos encontramos con filas y filas de banderines con pájaros, de todos colores. No es de extrañar, ya que en casi toda las pinturas y bordados de Violeta Parra aparece la figura de uno o varios pájaros.
entrada al museo |
Todo un lado completo del museo es un ventanal que está cubierto con un trenzado de mimbre, lo que deja pasar la luz de una manera muy cálida por las 150 ventanas de 1,20 por 3 m de alto. Para llegar a la primera parte del museo hay que pasar por este ventanal, que constituye una acogedora bienvenida. Hay una sala audiovisual donde se proyectan todas sus obras y el audio es una extensa entrevista a una de sus hijas, relatando la historia detrás de cada obra, intercalado con un documental que le hicieron en Francia. Después siguen dos salas más, con todas sus obras, como sus enormes tapices bordados con lana en arpilleras.
ventanales desde fuera |
sala audiovisual |
Una de las principales singularidades de la creación de Violeta Parra, como ocurre con los grandes artistas, es que no pasó por la academia. Es por esto que su arte goza de completa libertad, utilizando trazos, formas y combinaciones de colores que se caracterizan por su originalidad y simpleza. Por ejemplo, ella estuvo enferma muchos meses, durante los cuales encontró un pedazo de tela y un poco de lana en su habitación y decidió comenzar a bordar; pero ella no sabía bordar ni dibujar, así que simplemente improvisó. La explicación que dio cuando le preguntan en una entrevista fue que "Todo el mudo puede inventar, no es una especialidad mía". Esa capacidad de "inventar" genera una obra libre, y con mucha espontaneidad. Esto la llevó a ser la primera latinoamericana en exponer individualmente en el museo del Louvre, en 1964.
Su vocación de recopiladora y folclorista también es sumamente importante en la cultura popular tradicional chilena, ya que desde el año 1952 hasta su muerte, Violeta Parra recopiló más de 3000 versos y canciones del mundo campesino.
Me gustaría uqe este museo no solo sea el lugar para mostrar la obra de Violeta Parra, sino un centro para inspirar y producir más arte popular, colorido y asimétrico.
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