Salida Iglesia y Pueblito Los Dominicos

Por Daniela Monterrosa.

El pasado Domingo, nos juntamos nuevamente para nuestra salida mensual a dibujar. Terapia para algunos, aprendizaje para otros, experiencia para todos. Esta vez fuimos a la Iglesia y el Pueblito Los Dominicos en la Comuna de Las Condes.

Izquierda, dibujo de Ricardo Martínez; Derecha, dibujo de Bruno Martínez (hijo de Ricardo)

La Iglesia de Los Dominicos, llamada oficialmente Iglesia de San Vicente Ferrer, corresponde a la Orden de los Dominicos, los cuales en 1803 recibieron como herencia una parte de la "Hacienda Apoquindo" dando vida hoy al Parque Los Dominicos. En 1809 los frailes comenzaron la construcción de la iglesia y del convento adyacente utilizado como noviciado y 40 años después se reconstruyó el frontis de la iglesia, en donde se completaron sus dos torres de planta cuadrada características que se levantan a ambos costados de la entrada, rematadas con cúpulas de cobre con ese tono verdoso del cobre tratado.

Dibujo de Jorge Salinas

El Pueblito Los Dominicos, se formó mucho después en los 80´s , específicamente en el año 83, cuando parte del antiguo convento se transformó en un centro artesanal y de antigüedades. Ese mismo año la iglesia fue declarada Monumento Nacional. Además, cabe destacar que la imagen de la iglesia se encontraba en el reverso del billete de 2000 pesos desde 1997 a 2010. (Datos obtenidos de Wikipedia).

Ir un Domingo, significa ver muchos fieles católicos, turistas, niños, artesanos, vendedores improvisados, pero también muchos autos. A la hora de la misa se llena el frontis de la iglesia de autos. Sobre este tema, desde mi perspectiva, la Municipalidad no debiera autorizar que los autos lleguen hasta la puerta de Iglesia, debiera quedarse el sector sur de maicillo solo como estacionamiento, y el resto, aprovechando el piso de piedra antiguo increíble, abrirse como plaza peatonal con actividades para que se luzca bien la Iglesia (uno de los pocos patrimonios de la comuna) y para que sea un polo social importante de comercio y artesanías. Hay un proyecto de renovación urbana para este parque, contemplando también que es la estación final de Línea 1, sin embargo por reiterativos rechazos de los vecinos se ha visto aplazado y ha ido sufriendo varios cambios. Todos muy acertados por cierto. Si no me equivoco a fines del 2012 se supone que habrían empezado. Hoy, la única diferencia que vi, es que el Registro Civil efectivamente se cambió a Vespucio. El resto, lo veo igual.

Dibujo de Gonzalo Orellana

Dibujo de Alvaro González

Volviendo al interior del Pueblito, nos encontramos con tiendas, muchas de ellas no tan artesanales, de objetos hechos con materias primas típicas chilenas, como gredas, telares de distintas técnicas, lapislázuli, cerámicas, souvenirs nacionales, y tiendas de curiosidades como navales, antigüedades en decoración, libros añosos, etc. Todo se enmarca dentro de corredores coloniales y de espacios construidos de adobe que recuerdan al clásico pueblo chileno que podría estar en cualquier región de nuestro país.

Pequeños restaurantes y cafés dan vida a estos espacios que generan distintos patios interiores e incluso permiten actividades que atraen turistas como Don Fernando y su arpa, las diversas aves y principalmente al pavo real, protagonista del lugar, que corteja con sus plumas y responde a los gritos de los niños.

Dibujo de Gonzalo Orellana

Dibujo de Daniela Monterrosa

Dibujo de Ricardo Martínez

 El ex-convento de adobe con muros de 60 a 70 cm de espesor, que da vida a este rincón cultural dentro de una comuna de poco patrimonio, sin duda es un espacio recomendable para visitar en familia y quedarse a tomar un café o juguito con el sonido del agua y pajaritos cantando.

Me encantó ver caras nuevas que nos conocieron en el II Encuentro de Dibujantes urbanos que hicimos en Octubre en Providencia, y también otras que nos conocieron a través de las redes sociales. Gracias a los amigos leales que participan siempre de nuestras salidas y gracias por enviar sus dibujos. El registro de nuestro trabajo es lo más importante, pues nos permite dar a conocer lo que hacemos; relacionarnos, recorrer y dibujar, es decir en el mismo orden, persona, lugar y papel.