Salida de agosto: La Vega

Por Rosario M. 

Colorida, ruidosa, sucia, llena de gente, multicultural y guachaca. En resumen, hermosa. Así es la Vega de Santiago, lugar donde el domingo 30 llegamos a nuestra salida de agosto. Éramos Alim, Cristian, Patricio, Víctor, Ricardo Correa, Ricardo Martínez, Sergio, Francisco, Soledad, Erika y yo.

Hicimos tres paradas, la primera fue justo desde la parte norte del Mercado Tirso de Molina (calle artesanos). El mercado de Abastos Tirso de Molina o Vega Chica, es totalmente diferente a la Vega en su arquitectura, ya que su construcción se terminó año 2011, como parte de un proyecto más grande de mejoramiento del barrio La Chimba. Su princpipal característica son unos conos en el techo, que emulan copas de árboles, dejando pasar la luz de una forma muy curiosa y le da un bonito toque a la construcción.

Mercado Tirso de Molina - Nicolás Timmermann

Vista hacia calle artesanos, Erika Brandner

Después del primer croquis ya nos adentramos en la Vega propiamente tal, gracias a Cristian, que fue nuestro guía entre los muchos pasillos y pasajes de este gran mercado.

La Vega es casi tan antigua como la ciudad misma, ya que se comenzaron a comercializar verduras en ese mismo lugar desde la época de la colonia. Y el espacio ya establecido, con bodegas e infraestructura para la comercialización se construyó por primera vez en 1895. Es un lugar tradicional de Santiago y como dibujantes urbanos nos podemos encontrar con almacenes con abarrotes, sacos, cajones, carritos, cocinerías y comedores, frutos secos, verduras, especies, productos tropicales, gente sentada, conversando y desplazándose rápidamente, además de los colores contrastantes y alegres que dan las verduras agrupadas.
Víctor Alegría

Patricio Vargas


Nos detuvimos al centro, en la entrada, hacia donde confluyen los pasillos de la vega. Por ahí pasa la mayoría de la gente, por ahí entran las "caseritas" a comprar las verduras de la semana y por ahí entran los chef a curiosear sobre los nuevos ingredientes para sorprender.

Un poco más al fondo, parada final fue en uno de los varios lugares donde se pueden encontrar cocinerías. Entre cazuela, pescado frito y ají de gallina hicimos nuestro último croquis, algunos con la gente sentada almorzando, otros centrados en la estructura del lugar o en los muchos elementos que se pueden encontrar.

cocinerías - Francisco Vicencio


vista exterior - Ricardo Martínez

Al final del recorrido, Patricio, que ya se había instalado con completo y café incluído, siguió dibujando en su mesa  y nosotros lo acompañamos con una ensalada y un gran jugo mientras terminaba. Así que nos pareció una super buena idea terminar nuestras próximas salidas en algún lugar para conversar y comentar sobre nuestros croquis, el lugar, compartir tips, etc. A nosotras, por lo menos, nunca nos faltan los temas ni las ganas, y conversar siempre hace bien.

Nosotros y nuestra exposición abierta. Faltan Alim, Ricardo Correa, Soledad y Sergio, que se tuvieron que ir antes.


Aprovecho de dejar hecha la invitación para nuestra próxima salida, que será el último domingo de septiembre en el Cementerio General. Ahí nos vemos!

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